Aerolíneas
Curiosidades de vuelos
No todo son derechos, indemnizaciones y trámites. En accionlegal.es inauguramos esta sección para contarte curiosidades que quizás no sabías acerca de los aviones. ¿Preparados?
1. Cuidado con la bebida, te puedes emborrachar más fácilmente.
Los auxiliares de vuelo advierten: un vaso de alcohol en el aire equivale a dos en la tierra. Y es verdad. La altura afecta la sangre de tal manera que durante el vuelo el alcohol te hace más efecto que en la tierra. Así que si tienes intención de beber porque te dé miedo volar, cuidado o pasarás el vuelo «demasiado» relajado.
2. Bebe solo agua embotellada.
Al problema del agua sucia a bordo de los aviones se le empezó a prestar atención desde la investigación de Wall Street Journal en 2002: las tomas de agua de los bordos de 14 aerolíneas populares contenían cientos de veces más bacterias de lo que la norma permitía. Hoy día la situación no ha cambiado mucho, por eso es mejor beber líquidos embotellados a bordo. Evita tomar el té, café y agua que ofrecen.
3. A los pilotos no se les sirve la misma comida.
Siempre comen cosas distintas: si uno come carne, el otro come pescado. No es para prevenir envenenamientos… en parte. Si uno de los pilotos se llega a intoxicar con la comida, de esta forma se intenta que el otro no sufra lo mismo.
4. No pasa nada si no apagas el móvil.
Acabemos con el bulo. Según aseguran numerosos asistentes de vuelo, se puede consultar el correo electrónico o enviar un mensaje durante el despegue o aterrizaje sin que ocurra una catástrofe. También confiesan que “es el mejor momento para consultar el móvil porque los pasajeros no pueden llamarnos para pedir nada”.
5. Puedes estar sentado al lado de órganos humanos.
“La mayoría de los vuelos nacionales transportan órganos humanos. Pero no van en la bodega, se ponen donde el equipaje de mano”, según revelan varios auxiliares.
Aunque desconocen el motivo de colocar este preciado material en los mismos sitios que las bolsas y maletas de los pasajeros, también comentan que esto es una práctica bastante habitual.
6. Los baños se pueden abrir desde fuera.
Es más que nada una cuestión de seguridad. Y es que a más de 10.000 pies de altura es mejor no correr riesgos innecesarios como que una persona mayor se desoriente y no sepa desbloquear el seguro, o que una pareja se ponga “romántica” durante el trayecto. La próxima vez que estén en un avión, fíjense que la placa de “Servicio” se puede levantar y esconde un pestillo.
7. ¿Muerto? No, estaba dormido.
Momento de confesiones macabras pero reales como la vida misma –o más bien todo lo contrario–: Oficialmente nadie muere en un avión porque supondría demasiada burocracia. Simplemente se les deja sentados con el cinturón bien atado y se les cubre con una manta. Sus compañeros de fila pueden tener que sentarse al lado de un cadáver durante el resto del vuelo.
Incluso si hay alguien a bordo que esté autorizado para realizar un certificado de defunción, los auxiliares de vuelo intentan que nadie averigüe lo ocurrido hasta que el avión ya ha aterrizado y todos los demás pasajeros han abandonado el avión.
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